"Pablito clavó un clavito..."
No sé si ya lo han visto en las noticias. Yo, al
menos, lo vi hace un par de días, en tv. Me refiero a los ataques con clavos,
claro. Un tipo de apariencia normal, según las grabaciones. Normal, pero que esconde
en su chaqueta un martillo y algunos clavos. Hasta el momento ha atacado
mayormente en el metro. Siempre por sorpresa. De un segundo a otro saca el
martillo y un clavo. Luego lo entierra de un solo golpe. Como usa clavos
pequeños, de no más de una pulgada, el daño existe, pero no es tan grande. De
hecho, el verdadero peligro, según decía un especialista, es sacar el clavo. Por
lo mismo, recomendaban que si alguien es atacado no intente quitarse el clavo
de inmediato, sino que acuda a algún servicio de urgencias o centro
especializado, para su extracción. Después de todo siempre puede ocurrir alguna
infección, o hasta una hemorragia, en el peor de los casos. Por otro lado,
explicaban, las personas atacadas sienten un dolor, pero no necesariamente tan
agudo. Más que la picadura de un insecto, por supuesto, pero según las
entrevistas, nadie pensó en ese instante, que había sido víctima del hombre de
los clavos. Solo al tocarse, segundos después, y descubrir el metal, algunos
han comenzado a gritar y a dejarse llevar por el pánico. Un experto chino en
acupuntura fue entrevistado y explicó que los clavos eran puestos en puntos
clave, lo que explicaba que no se sintiera el dolor de inmediato y hasta que
algunas personas atacadas hablaran de los beneficios que les trajo el ataque, una
vez que les retiraran el clavo. Desde sentir menos stress hasta la mejora de
una cojera, si creemos en los entrevistados. A pesar de ello, lo ocurrido no
deja de ser un ataque. Algunos parlamentarios invocan la ley antiterrorista y ha
aumentado, por supuesto, la vigilancia en los lugares en que han ocurrido mayormente
estos eventos. Ya hay pistas claras, al parecer, sobre el atacante. No pueden
revelar nada, todavía, por supuesto. Es materia de investigación, señaló
el fiscal que lleva el caso. Yo les creo.
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