Como
no he arreglado la gotera en el lavaplatos, pensé en cerrar la llave de paso.
Lo
hice, de hecho, la última noche, pero al final me levanté a abrirla.
Y
es que prefería sentir la pequeña gotera, a saber que el agua estaba bloqueada.
Si lo pienso es algo tonto, por supuesto.
Eso puedo admitirlo sin problemas.
Pero lo cierto, es que cada día que pasa pienso
un poco menos.
No es la anterior una frase vacía, por cierto.
Me refiero a que es un hecho concreto,
resultado de un proceso voluntario.
Podría incluso explicarlo, si les interesa:
Apenas me descubro pensando en algo, me vuelvo hacia
mis sensaciones.
Disculpen si no lo sé decir más claro, pero yo,
al menos, lo entiendo perfectamente.
Y claro… si vuelvo a lo de las goteras… supongo
que ellas me parecen naturales.
No afectan mis sensaciones, me refiero, sino
mis pensamientos.
El agua estancada, en cambio, prisionera en las
cañerías… herméticamente bloqueada…
Eso sí afecta
mis sensaciones.
Desespera,
incluso, saberla en ese estado.
La gotera en
cambio viene a ser algo así como un respiradero.
Una forma
escasa de fluir en vez de estancarse, simplemente.
Así lo siento,
al menos.
Ahora, sin
embargo.. con el leve sonido de la gotera, me dispongo a dormir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario