Si no es con
despertador no despierta, me dice su apoderada.
Con
despertador o despertarlo por la fuerza, claro está.
¿Sabe...? A veces los
fines de semana hacemos la prueba y si no decimos nada puede estar durmiendo
hasta el lunes.
Puede parecer
una exageración, pero una vez tuvimos que viajar un par de días y lo dejamos solo y cuando
volvimos todavía dormía.
Lo llevamos
al médico, esa vez, pero después de algunos exámenes nos dijeron que no se trataba
de un trastorno del sueño.
Aunque
igualmente se trataba de un trastorno, sin duda.
Y es que
vimos que era en el fondo una cuestión más amplia.
Si no le
servimos comida, por ejemplo, no come.
Si no le
dejamos ropa limpia y le exigimos, no se cambia.
Si no nos
acercamos a hablarle o preguntarle algo, no nos habla.
Si no le
damos dinero no nos pide.
Y claro,
ahora usted me dice que si no le insiste, no trabaja.
A mí no me
extraña, me dice la apoderada.
Lo lamento profe,
porque no sé cómo ayudar, pero no me extraña.
Ya, digo
yo. Entiendo.Y anoto algo en el libro.
Lo lamenta.
Luego la apoderada firma.
Si no es
porque la cito, no viene, le digo entonces, a la apoderada.
Ella no entiende.
Yo elijo, en cambio, no hacerlo.
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