Dato.

Si usted está a punto del colapso por falta de dinero, y no teme arriesgar su integridad, le transmito una forma arriesgada de encontrar un último recurso, a riesgo suyo, por supuesto.

Paso 1: Haga usted una pequeña incisión de no más de dos centímetros en alguna parte de su cuerpo. Preocúpese que la profundidad tampoco exceda esta misma medida.

Paso 2: No toque la herida, pero arroje sobre ella agua en abundancia. Se recomienda echar aproximadamente cinco litros de forma lenta y sostenida.

Paso 3: No limpie la sangre derramada. Déjela ahí, que ya no importa.

Paso 4: Tenga a mano un libro de Vonnegut y averigüe brevemente sobre su biografía. Luego lea el libro desde el inicio hasta el final.

Paso 5: Si persiste aún la sensación de necesidad económica, repita los pasos 1, 2 y 3, y luego lea a Kazantzakis. A veces se pone muy difícil y utiliza palabras complicadas, pero piense en él de una forma amistosa, como si también fuese agua que echase sobre su herida.

Paso 6: Limpie y cure su herida. Se recomienda usar puntos de sutura y vendar finalmente ejerciendo una presión media.

Paso 7: Si a pesar de lo anterior la sensación de carencia económica persiste vuelva a abrir su herida y busque en su interior un pequeño objeto brillante (su tamaño es mínimo, así que debe buscarlo con cuidado).

Paso 8: Empeñe el objeto encontrado en la joyería más cercana.

Paso 9: Ídem paso 6.

Paso 10: Dé por concluido este proceso asistiendo a la urgencia más cercana para desinfectar y tratar profesionalmente su(s) herida(s).

Observación 1: Desconozco las veces que puede realizarse este ejercicio y si funcionan o no con libros de otros escritores (paso 4). En mi caso, probé con varios y el último recurso lo obtuve principalmente con ellos dos.

Observación 2: No se apure en calificar de superficial u ofensivo este texto. De hecho, para su tranquilidad, los que tienes verdaderas necesidades económicas no suelen visitar blogs siguiendo instrucciones como estas. En compensación a lo anterior recomiendo adjetivos más específicos: mal escrito, estúpido y/o intrascendente, que pueden dejarlo igualmente satisfecho.