"No tienes por qué invitarme nada.
Me tomaré este café hipotético
y me largaré de aquí"
J. F.
-¿Qué cuentas hoy? –me dijo.
-Hoy toca contar sueños –le dije-. Dos sueños.
-¿Breves?
-Sí, más o menos breves…
-Te escucho.
-El primero es sobre una canción –comencé-, o sea
una canción que yo creaba. La canción se llamaba “yo no soy el héroe” y tenía
una letra que memoricé cuando desperté, y la escribí, pero no la tengo acá…
-¿Y no te acuerdas algo de la letra?
-No, nada… pero el caso es que la canción hablaba
justamente de eso… o sea, explicaba que yo no era el héroe de algo… pero
extrañamente, la canción se hacía un éxito… era algo chistoso… como que la
letra llevaba a un montón de gente a creer en sí mismos, o algo así… pero sin
ninguna intención ni mérito…
-Y entonces te transformabas en un héroe gracias a
la canción que decía lo contrario…
-Exacto –señalé-. Ese era el primer sueño.
-¿Nada más?
-No. Nada más.
-¿Y el segundo?
-El segundo era un sueño donde yo estaba frente a
un edificio… un pequeño edificio de ocho pisos donde en cada uno de los pisos
vivía un amigo…
-¿Vivía yo en ese edificio?
-No… o sea, no sé… era un sueño como un problema
matemático… los amigos eran datos…
-¿Datos?
-Sí… es que el punto del sueño era que el edificio
no tenía ascensor… y todos los amigos tenían para mí el mismo grado de
importancia… y yo tenía que visitarlos…
-¿Tenías que visitarlos a todos?
-Sí, ese era un requisito…
-¿Y por qué a todos?
-Porque eran amigos… supongo que había que
visitarlos… ya sabes, para mantener lazos o algo así…
-¿Y qué pasaba entonces?
-Pues entonces yo iba un día a saludar al primero…
y se me pasaba todo el rato ahí… y pensaba ir otro día a ver al segundo… pero
claro, cuando llegaba ese otro día y yo quería ir a ver al del segundo, tenía
que pasar por el del primero, y al final pasaba a saludar a ese y me quedaba
ahí otra vez…
-¿Y nunca ibas a ver a los otros?
-No. Y siempre antes de entrar miraba el edifico de
fuera y pensaba en los siete pisos altos y en que era necesario visitar, pero
nunca lo hacía…
-¿Ese es todo el sueño?
-No... Pasaba eso un montón de veces y mi concepto
de amistad, en el sueño, me impedía pasar por el del primer piso sin detenerme
a saludar, así que se repetía siempre lo mismo… Hasta que un día, estando donde
ese amigo del primer piso vimos caer al que vivía en el octavo…
-¿Suicidarse?
-Sí…
-¿Y también era amigo del amigo que estaba en el
primero?
-Eh… no sé… no lo recuerdo, realmente…
-¿Y qué pasó con los otros?
-Lo mismo: empezaron a caer luego el del séptimo,
luego el del sexto… y así hasta el del segundo…
-¿Se mató el de segundo…?
-¿Cómo?
-A esa altura debía haber sobrevivido.
-Eh… no sé… en el sueño parece que sí… pero el
punto es el dilema de sueño… ¿qué habría que haber hecho para llegar a ver al
del octavo? Me refiero a que debe haber estado solo y no tenía cómo saber que uno
le tenía cierto aprecio…
-¿Entonces tú piensas que si los hubieras visitado
no se hubieran lanzado?
-Sí… en el sueño sí…
-¿O sea tú eras el héroe también, como en la
canción?
-No lo había pensado así –confesé.
-Pues tal vez el problema es que tienes mucho ego…
-Mmm…
-Tal vez sea donde escribes o…
-No creo –interrumpí.
-Pero espera, ¿puedo hacerte una última pregunta?
-Sí, claro.
-¿Eres un gran escritor?
-Eso es algo que nunca sabrás –contesté.
No hay comentarios:
Publicar un comentario