I.
-¿Te acuerdas de una película japonesa, de Imamura,
en la que se arrancaban cientos de cerdos desde unos camiones, en medio de la
ciudad…?
-Mmm… ¿no te acuerdas cómo se llamaba?
-No, del título no me acuerdo.
-Pues yo tampoco me acuerdo, en realidad.
-¿Ni de la escena, tampoco…?
-No. Me parece que no la he visto.
-Ah… bueno…
-Pero ¿qué me ibas a decir sobre eso?
-Nada… o sea, no importa…
-Pero dime, no te preocupes.
-No me preocupo…Es solo que pierde sentido…
-¿Qué cosa?
-Hablar de ello, como te decía… Hablar de cosas que
no has visto.
II.
-¿Supiste si Antonia sigue trabajando con los ancianos…?
-Me parece que no… creo que cerraron el lugar,
temporalmente…
-Y ella, ¿qué hace ahora?
-Creo que está viviendo con su hermana y ayudándole
a cuidar los niños…
-¿La hermana esa colorina que estaba casada con un
político?
-Sí, ella… aunque el esposo era en realidad como
secretario de un político… el punto es que se separaron cuando ella estaba embarazada,
y ahora tuvo mellizos…
-¿Mellizos?
-Sí, o gemelos, no sé en realidad… pero el caso es
que se quedó sola con ellos y además tienen una niña un poco más grande…
-Qué difícil…
-Sí, debe serlo.
-Y entonces, ¿Antonia está con ella?
-Por lo que supe sí, viviendo con ella hace unos
meses y ayudándole con los niños.
-Pasó de ancianos a niños, entonces…
-Sí, de pañales para adulto a pañales para recién
nacidos…
-Complejo…
-Sí, supongo, aunque yo pienso que es mejor, de
cierto modo…
-Pues yo no… imagínate, acá en el departamento del
lado tuvieron un hijo, y lo escucho llorar y despertarse todas las noches…
-Sí, tienes razón… al menos los viejos al llorar,
ya han dejado de hacer ruido.
III.
-Oye, no puedo hablar mucho ahora, pero te mandé
una caja con cosas…
-¿Cosas?
-Sí, cosas… es que estuve ordenando un poco y encontré
algunas cosas que quizá te sirvan… para lo que estás haciendo ahora, ya sebes…
-Gracias, cuando llegue las miro…
-Si no te sirven bótalas no más, o regálalas, no
hay problema. La mayoría eran de Antonia.
-De acuerdo, ahí las veré…
-También le saqué una copia a la película de la que
te hablaba el otro día… y la metí en la caja...
-¿Qué película?
-La japonesa… de Imamura…
-No me acuerdo.
-Esa en que te decía que había un montón cerdos,
que salían desde camiones, en las calles de una ciudad…
-Pues no me acuerdo, en realidad… pero, ¿quieres
que la vea?
-Si no te interesa no la veas, solo la mandaba.
-Pero la mandabas por algo, supongo…
-No sé… a veces uno hace cosas así, simplemente…
-Sí, es verdad.
-Eso entonces. Ya te dije que no podía hablar mucho
ahora.
-De acuerdo, hablamos pronto…
-Sí, hasta otro día… estamos hablando.
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