Qué vestido tan bonito.

(La escena se ilumina. Abren una puerta.)

-Qué vestido tan bonito, no te lo había visto.

-…

-¿Es nuevo?

-No. Ya tiene dos años.

-Pues no te lo había visto… te queda bien…

-No me lo has visto porque no nos hemos visto.

-¿No nos hemos visto…?

-No te hagas el estúpido, sabes perfectamente que no nos hemos visto en los últimos años…

-¿Ya han pasado dos años desde que nos vimos?

-Han pasado siete, al menos…

-¿Siete…?

-Sí… al menos siete… ¿a qué has venido?

-…

-¿No me vas a contestar?

-Es que no sé qué contestar… vine por el vestido… para decirte que era bonito… que te quedaba bien…

-¿Te estás burlando…? Viste el vestido luego que te abrí la puerta… ¿qué es lo que quieres?

-…

-¿Puedes decir de una vez qué mierda quieres?

-Espera… No sé por qué te molestas tanto… Conozco mucha gente en nuestra situación que se visita… que se cuentan qué han hecho… que hablan de los hijos…

-Pues te recuerdo que nosotros no tuvimos hijos.

-¿No tuvimos…?

-Sabes bien que no tuvimos.

-¿Querías hijos?

-¿Qué…?

-Te preguntaba si querías hijos…

-Sal de aquí.

-¿Quieres un hijo ahora?

-¡Lárgate…! ¡Estás loco…! ¡No te quiero aquí…!

-Antes tenía derecho a estar aquí…

-Pero ahora no. Sal de aquí antes que llame a la policía.

-Solo te he dicho que el vestido te queda bien…

-Y yo escuché y es absurdo. Ahora quiero que te vayas.

-Pues eso también es absurdo…

-No para mí… ¿puedes irte ya?

-Sí… puedo… pero no sé dónde…

-No me importa. Nunca supiste. Solo ándate… ¿puedes hacerlo?

-Sí…

-Entonces hazlo.

-…

-…

-No quise molestar… Lo que pasa es que el vestido…

(La puerta se cierra, de golpe. Se oscurece la escena.)