*
un día
tal vez
tuve algo que decir
y no lo dije
el resto del tiempo
ha sido
mayormente
ruido
y palabras
que alguien me enseñó
nada, sin embargo
tenía que ver
realmente
con el mundo
y nada
sobre nosotros mismos
podía ser dicho
las cosas mudas
en definitiva
siempre dijeron
más que yo
*
habíamos bebido
seis días seguidos
o tal vez más
y solo nos preocupábamos
de beber
y alimentar a los gatos
ella tenía muchos
y sabía sus nombres
pero yo solo
los veía pasar
por la habitación
todo iba bien
hasta que en un momento
se levantó nerviosa
y me preguntó
si faltaba uno
entonces yo conté
sus ojos
sus brazos
y hasta sus tetas,
pero luego entendí
que hablaba
de los gatos
y no supe qué decir
como ella insistió
tuve que decir algo
sin pensar,
como hacemos
casi siempre
falta el azul,
le dije,
sin saber por qué
y ella salió
a buscarlo
*
el día ese
en que tuve
algo que decir
y no lo dije
fue ya hace mucho
tanto como aquel día
en que me metí
a un ataúd
en la funeraria
de un amigo
y pensé ese día
que mirar
la tapa de una tumba
era similar
a mirar el techo
de mi cuarto
y sentí también
que cualquiera
de esos techos,
podía decir,
sin duda,
mucho más que yo
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