Todos nos reímos porque llegó con dos corbatas. Dos
corbatas puestas, me refiero, sobre el cuello de la camisa. Poco después,
mientras nos burlábamos, nos percatamos que también llevaba otra camisa, debajo
de la primera, y un par de pantalones sobrepuestos. Entonces se mostró tan
afligido que logramos contener la risa y algunos hasta nos preocupamos
realmente.
-Hace días que me levanto dos veces -nos dijo-.
Suena estúpido, pero no se me ocurre otra manera de llamarlo… Al parecer,
olvido que ya me he levantado, desayunado y vestido, y vuelvo a hacerlo todo,
sin prestar mayor atención a mis acciones…
Después de haber dicho esto, observamos cómo se
ponía a llorar, igual que un niño pequeño, sollozando de vez en cuando y con
pequeñas convulsiones.
Luego de unos minutos, lo vimos sonarse con un
pañuelo y calmarse un poco. Mientras lo hacía, fue hasta la máquina que expende
agua gasificada y se sirvió un vaso. Entonces se acercó hasta nosotros,
nuevamente afligido.
-Hace días que me levanto dos veces -nos dijo-.
Suena estúpido, pero no se me ocurre otra manera de llamarlo… Al parecer,
olvido que ya me he levantado, desayunado y vestido, y vuelvo a hacerlo todo,
sin prestar mayor atención a mis acciones…
Nos miramos mientras hablaba y no supimos bien cómo
reaccionar. Finalmente, uno de nosotros le dijo que no se preocupara, que era
cosa de descuido y que a todos nos pasaba, de cierta forma.
-A mí también me ocurre -quise agregar, apoyándolo-,
me levantó dos veces, me acuesto dos veces, creo y descreo, dos veces… En otras
palabras: me siento sobrepuesto… una vida entera sobre otra, prácticamente…
Él me miraba, mientras le hablaba, pero no parecía escuchar.
-A mí también me ocurre -sentí necesario repetir-, me
levantó dos veces, me acuesto dos veces, creo y descreo, dos veces… En otras
palabras: me siento sobrepuesto… una vida entera sobre otra, prácticamente…
Fue entonces que, mientras repetía estas últimas
palabras, me di cuenta que aquello que decía, era cierto.
Y dolió un poquito, el darme cuenta, pero me
aguanté.
No sé si se entiende, pero me aguanté.
No hay comentarios:
Publicar un comentario