Decían que tenía mala suerte, pero yo creo que era
algo más. Vivía en una casa pequeña, en la montaña, y cada cierto tiempo la gente del lugar se enteraba de sus desgracias. Una vez, por ejemplo, tuvieron que venir los
bomberos, desde la ciudad, para sacarlo desde un pozo que él mismo estaba
cavando. Incluso salió en el diario, aquella vez. Al parecer se había caído por descuido y se había quebrado una pierna y un par de costillas.
Sabían poco de él, en el pueblo. O poco de su pasado, al menos. Se rumoreaba que había estado
casado, pero que su esposa lo abandonó antes que él se fuera a vivir a la montaña. Tampoco
se le conocía ningún otro familiar y nadie estaba seguro sobre su lugar de
procedencia. Solo sabían que trabajaba haciendo pequeñas construcciones, aunque
mayormente reparaba y destruía cosas en su propio terreno. Una vez le pidieron
botar una muralla en el sitio de un vecino. Tras derribarla, una serpiente que apareció
entre los escombros lo mordió y tuvieron que ingresarlo al hospital, donde
estuvo inconsciente por varios días.
Otro accidente que recuerdo lo sufrió mientras
rodaba una piedra, para despejar un terreno, en la montaña. Al parecer él mismo
mojó la tierra por la que luego resbaló, y la piedra terminó por caerle encima.
También se accidentó con su propia hacha mientras partía leña, aunque por
suerte para él la herramienta no tenía suficiente filo… Y claro, podría contar
más, pero por ahí dicen que solo el necio multiplica las palabras. Y yo no
quiero dejar evidencias tan claras, de mi propia necedad.
Se intentó ahorcar en la iglesia que está en las
afueras del pueblo. El cordel se cortó, sin embargo, y el cayó, produciendo
gran alboroto. El cuidador de la iglesia se asustó y entró con un revólver disparando
en la oscuridad. Disparó dos veces, el cuidador, sin apuntar. Una bala le dio
en el cuello al hombre caído, quien murió a los pocos minutos. La otra bala al
parecer desapareció sin más, y nunca pudieron encontrar las huellas del
impacto.
Visité la zona hace unos días y me quedé a dormir
en la casa que había sido de ese hombre. Estaba abandonada y a mal traer, pero aún
cumplía su función. En un bar me habían contado las historias que mencionaba
más arriba y había querido comprobarlas. Antes de regresar, por ejemplo, fotografié
el pozo al que el hombre se había caído. Lo hice pensando que estaba vacío,
pero me sorprendí encontrando agua, en el fondo. Me gustaría pensar que eso quiere
decir algo, pero ciertamente no sé qué significa.
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