Moscas que se paran en las moscas.
Eso es lo que veo.
Me acerco porque creo que hay algo, pero solo hay
moscas.
Se alejan por un momento y descubres que no hay
nada.
Nada bajo ellas, me refiero.
Entonces piensas en ello hasta que las ves volver a
reunirse.
Estimas que son más, incluso, mientras se apilan
unas sobre otras.
Moscas que se paran en las moscas, piensas mientras
las observas.
Y entonces otro más, que andaba por ahí, se detiene
junto a ti a observar lo que sucede.
Moscas que se paran en las moscas, dice
entonces ese otro.
Luego de espantarlas, por supuesto, y descubrir que
no hay nada, bajo ellas.
Y como no sabes qué agregar te quedas ahí esperando
que vuelvan a reunirse.
Eso es lo que observas.
Cada vez son más, que se posan unas sobre otras.
Y claro, también llega un tercero y un cuarto a
observar qué es lo que ocurre.
Moscas que se paran en las moscas, les
dices, simplemente.
Ellos también observan, y se sorprenden.
Graban desde el celular, llaman a otros.
Mira como cada vez son más, dice uno.
Moscas que se paran sobre moscas, dice otro.
No hay nada debajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario