con aquello que investigamos, por importante que ello sea
para cada uno de nosotros".
O. W.
Creí que era mentira, pero un ex compañero de
carrera me demostró que desde hace un par de años es uno de los encargados del departamento de hipótesis que existe en
una prestigiosa universidad europea. Trajo fotos, videos y hasta vi el contrato
donde se especifica su labor para diversos campos de estudio, en su institución.
Obviamente, lo que me resultaba poco creíble era
ese departamento de hipótesis, del
que ya nos había hablado en unos mails, pues no podía creer que existiese ni
que tuviese un funcionamiento como el que mi ex compañero me explicaba.
Así, según sus palabras, si bien es dependiente de
una facultad en específico, su departamento trabaja autónomamente, recibiendo
peticiones de hipótesis para dar inicio a distintas investigaciones.
-Lo único que tengo que hacer –me cuenta-, es preocuparme
de la redacción académica de las hipótesis, pero en el fondo, ellos parecen
valorar aquellas aparentemente más absurdas
y descabelladas, por lo que a veces yo mismo me pongo a crear algunas y
a enviarlas…
-Ya –digo yo.
-Por ejemplo –continúa-, si están buscando las
posibles formas de contagio de una enfermedad x, yo podría proponer que se
transmite a partir de la interacción humana con cierto tipo de camélidos, aun
cuando en la zona no exista camélido alguno ni haya registro histórico de su presencia…
-Hmm…
-Lo que hacen en el fondo con nuestras hipótesis –concluye-,
es desarrollar investigaciones para demostrar lo erróneo de estas propuestas,
pero de alguna forma con esos trabajos a veces se acercan a las razones
correctas de aquello que motivó la investigación… ¿se entiende?
-Sí –contesté-. Creo que llevo unos cuantos años
trabajando en algo parecido, aunque aún no me detengo a revisar los resultados.
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