“La comodidad del lenguaje objetivo (…)
es similar al beneficio que produce una
vida
que ha sabido mantenerse distante
de todo aquello que, de una forma u otra,
altera su estado original.”
O. W.
“A diferencia de lo que ocurre con otros seres
vivos que –entre otras conductas-, suelen disminuir sus movimientos al
encontrarse en un estado depresivo, los
avestruces reaccionan de una forma radicalmente opuesta ante el mismo estado. De
esta forma, dichas aves suelen aumentar su acción muscular tras vivir
experiencias traumáticas u otras situaciones que derivan en un diagnóstico homólogo
al estado depresivo que reconocemos, por ejemplo, en la especie humana.
Dicho fenómeno, ha sido ampliamente estudiado en el
último tiempo principalmente por su repercusión en el desarrollo de los grupos
de avestruces destinados al consumo, que constituyen hoy en día más del 90% de
la población existente de estas aves a nivel mundial.
A partir de lo anterior, en la actualidad, han sido
cuestionadas éticamente varias empresas productoras de carnes de avestruz que
han invertido parte de sus recursos en profundizar estas investigaciones y
aplicarlas al área de la crianza. Esto, ya que se ha sacado provecho de esta
característica provocando el ya mencionado “estado
depresivo” en estas aves para potenciar el desarrollo muscular de aquellas
criadas en espacios reducidos y disminuir aún más el ya bajo importe de grasa que
tiene su carne (la fibra muscular desarrollada en los avestruces no necesita, a
diferencia de lo que pudiera creerse, de grandes espacios para su desarrollo,
por lo que el movimiento asociado al estado depresivo no se traduce en un ejercicio
prolongado o al imaginario popular de estas aves corriendo en una llanura, sino
más bien a un tipo de contracción física prolongada que termina potenciando el
desarrollo muscular).
Vale la pena señalar, por último, que el estado depresivo al que hacemos mención,
si bien no es el término correcto dadas las áreas que estudian el
comportamiento animal, coincide en la mayoría de los rasgos con aquel concepto que
utilizamos a diario (en particular con el conocido como depresión reactiva), razón
que fundamenta su empleo en los párrafos anteriores.”
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