-De cada diez monos que nacen -nos dijo-, nace un
mono tranquilo.
Nos miró como esperando que preguntáramos algo, pero
como no lo hicimos debió seguir por su propia iniciativa.
-Ocurre
prácticamente con todos los primates, tanto en cautiverio como en estado
natural… aunque en los hominoides es más difícil de distinguir, pues en general
ese tipo de primates tiene un comportamiento menos definido…
-Pero en los otros es fácil de ver… -dije yo, para
alentarlo a seguir con su explicación.
-Sí -continuó-, principalmente en los platirrinos,
que suelen ser los más inquietos… Basta mirar esas comunidades un par de
minutos y te das cuenta de inmediato cuál es el mono tranquilo… Por lo general
está observando a los otros, pero no participa de sus actividades… se mueve
incluso a otro ritmo, aunque no es aislado no rechazado por el resto… de hecho,
no lo obligan a participar con el resto y digamos que, más o menos, respetan su
privacidad…
-Pero ¿se trata de una diferenciación física…? ¿Está
estudiada? -preguntó uno de nosotros.
-Está en estudio -nos contestó-. Y no es una
diferenciación física… Me refiero a que tiene la misma agilidad que los otros y
sus estándares de vida son similares al resto… solo es, justamente, más
tranquilo… De hecho, ante depredadores, reacciona de la misma forma que los
otros monos…
-¿Y sirve de algo que sea más tranquilo? -pregunté
entonces.
-¿A qué te refieres…?
-¿Tiene alguna utilidad su comportamiento…? -intenté
explicar-. Ya se para él o para su comunidad…
-Pues eso es justamente lo que está en estudio…
-Pero, ¿hay algún avance…? -insistí.
-Hay experiencias descritas… -respondió-. Por
ejemplo, se estudiaron comunidades en que el sujeto tranquilo fue retirado,
para ver cómo reaccionaban los otros…
-¿Y…?
-No ocurrió nada, hasta dónde sé… pero supongo que
ya se llegará a conclusiones…
-¿Y con el mono tranquilo? -seguí-. ¿Qué hicieron
con los monos tranquilos que separaron de las comunidades?
-Pues debo admitir que no lo sé -señaló-. Pero
supongo que siguieron tranquilos, si es a eso a lo que te refieres…
-No, no era a eso -le dije-. Pero dejémoslo así…
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