*
Pensé que era maleza, pero resultó ser maíz.
Algo me detuvo, afortunadamente, cuando fui a arrancarla.
La dejé ahí, entonces, para ver que ocurría.
Luego la olvidé y apareció el maíz.
*
Se doblaba un poco la planta del maíz.
Supongo que por el peso y la poca compañía.
Así y todo, parecía ser digna de alabanza.
Cuando se ponía el sol, la luz llegaba sobre el rostro del maíz.
*
Como si se hicieran palomitas, miraba a la planta de maíz.
Incluso inventé un suporte, para poder enderezarla.
Me dediqué así su cuidado, durante gran parte del día.
Y es que era distinta a las otras, la planta de maíz.
*
Vinieron finalmente los pájaros por el maíz.
Y fabriqué un muñeco, que vestí de policía.
En una mano tenía una escopeta y en la otra una lanza.
Como si odiase todo aquello, que no fuese la planta de maíz.
*
No fueron los pájaros, pero murió igualmente la planta de maíz.
Amaneció en el suelo, una tarde, tendida de espaldas.
Entre sus hojas, la muerte, apenas se veía.
Y el frío era más frío spor mi planta de maíz.
*
Me hizo olvidar del tiempo, aquella planta de maíz.
Ignorando que la muerte, bajo su piel arremetía.
Así, sin pensar en Dios comencé una alabanza.
Y quemé esa misma noche, mi planta de maíz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario