Me enseñaron una vez.
Que todo puede meterse en cajas.
Y yo hice mío aquel aprendizaje.
Y pensé que todo iba a estar mejor.
Pero mi vida no cambió una mierda.
No obstante lo anterior.
Acuné esa información por largo tiempo.
Como si hubiese sido un secreto.
Hoy, sin embargo, te entrego a ti este conocimiento.
Todo puede meterse en cajas, te digo.
La única dificultad, después de todo.
Puede llegar a ser el tamaño de las cajas.
Y es que hasta el conocimiento, puede guardarse.
Primero en una caja y después en otra.
Y luego en otra más grande.
Si se trata de cosas vivas, por otro lado.
No debes olvidar hacer hoyos, en las cajas.
Pequeñitos para que entre el aire y luego salga.
Pequeñitos para que no puedan ver fuera.
Y luego desesperen.
Para evitar el desorden, por último.
Guarda siempre las cajas, dentro de otras.
Sigue así entonces hasta que hayas acabado.
Y cuando todo esté en silencio y parezca que no hay nadie.
Cierra desde dentro, y con cuidado, la última de ellas.
Cierra desde dentro, y con cuidado, la última de ellas.
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