Ella era linda, pero tenía un problema en los ojos.
Eso no le quitaba el ser linda, claro está, pero le restaba importantes puntos
si es que alguien hubiese realizado algún tipo de escala o hiciese una
calificación al respecto. Debe haber un nombre para el problema que tenía, pero
en palabras sencillas ocurría que cada uno de sus ojos parecía llevar una vida
independiente. A esta apreciación estética, por cierto, se le sumó con el
tiempo la constancia de que ella efectivamente podía hacer funcionar sus ojos
de forma independiente. Me refiero, por ejemplo, a que ella podía observar comprensivamente dos
situaciones distintas al mismo tiempo. Supongo sin embargo, que esta
explicación solo quedará clara si les comento que yo mismo fui testigo de una
lectura doble realizada por aquella chica. En específico, la lectura de un
libro de Nabokov, con el ojo izquierdo, y la lectura de un libro Ítalo Calvino,
con el derecho. Ocurrió un día mientras bebíamos en los patios de la
universidad y un amigo la llevó con nosotros y apostó unas cervezas a que
aquello era posible. Yo sospeché de una farsa, pero el experimento había sido
hecho al azar. De hecho, yo mismo facilité el libro de Calvino mientras que el
libro de Nabokov –Desesperación,
según recuerdo-, lo estaba trayendo otro de nuestros amigos que llegó
casualmente en el medio de nuestra conversación y lo facilitó para el
experimento. Elegimos entonces unas páginas y ella leyó al mismo tiempo dos
fragmentos que nos refirió en detalles luego de un par de minutos. Con todo,
recuerdo que lo que más me asombró en esa oportunidad no fue precisamente su habilidad, sino lo linda que era. Lo
linda que era, digamos, a pesar de su problema en los ojos. Lamentablemente, no
fui el único que reparó en aquello pues ese mismo día el amigo que la había
llevado con nosotros comenzó a salir con ella. Varios años, de hecho, salieron
juntos. Con el tiempo –incluso luego de salir de la universidad-, supe que ella
se había operado y que ahora tenía la vista completamente normal. Asimismo, también
se comentaba que, desde entonces, había dejado de ser linda.
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