Vian:
¿Te acuerdas que en
las vacaciones pasadas cambiaba de opinión a cada rato respecto a estar con
gente o irme a mirar el mar? Pues bien,
te cuento que este año encontré la solución: me fui a un crucero. Antes que
pienses cualquier cosa te cuento que es barato y que me fui sola... Ah, y
también te cuento que en el barco van unos tipos de una banda pop de hace más
de veinte años y que la mayoría de las que van acá están locas por ellos. Creo
que es un plus del crucero, a todo esto, y que a los de esa banda les pagan por
estar acá. Cómo sea, si es así supongo que yo misma también estoy pagando. Vamos
por el Caribe y pasaremos por varias islas. Tengo una pieza pequeña cuya única
ventana no se puede abrir porque está justo a la altura del mar. O sea, queda
justo la mitad con agua y la otra mitad con cielo. Es de esas ventanas
redondas. El agua del mar se ve muy sucia y el cielo no parece cielo. Suena
raro, pero te adjunto una foto para que veas. La ventana está a cuarenta
centímetros de mi cama y mi cama está a sesenta centímetros de la puerta. Si
calculo que mi cama mide un metro de ancho me da que la pieza tiene dos metros
por dos metros y medio, más o menos. Te lo digo para que te hagas una idea.
Además mi psicóloga me dijo que ese era un buen ejercicio: medir la distancia
entre yo misma y las cosas que me rodean. Desde entonces ando con una huincha. Aquí
se me hace fácil, ya ves. No he hablado con mucha gente aunque me hice amiga de
uno de los tipos de la banda. Me invitó a su cuarto el otro día y fumamos
marihuana, pero poca. Tiene un hermano en la banda y habla un inglés medio
raro. Creo que una vez vinieron a Chile, en los noventa, o eso me dijo. Igual
no pasó nada a todo esto. Esa pieza sí que era grande… Tenía bar y hasta biblioteca,
aunque con puros best sellers, no te habría gustado. Además no tenía nada en
español. Mañana llegamos a Puerto Rico y desembarcamos en dos días, en Miami.
Igual J., el tipo de la banda, me invitó a quedarme otros diez días, pero
todavía no sé, pues es el mismo recorrido. Cómo sea, ahí hablamos y te cuento
después qué hice. Si quieres nos juntamos cuando regrese. Te compré algo en Haití,
tal vez te guste. No ha pasado nada más salvo que una chica se cayó del crucero
mientras estábamos en Cuba. No fue terrible porque el barco estaba detenido y
la fueron a sacar. De hecho fue chistoso. Le tiraron cerveza en vez de
salvavidas. Varios grabaron en video, pero advirtieron que no se pueden subir
imágenes o grabaciones. Al final la rescató un tipo en un bote inflable. Fue
muy chistoso y absurdo. Parecía algo preparado, incluso, como un show del crucero.
No he sacado muchas fotos porque al bajar te regalan un dvd con imágenes, oficial.
Tampoco he tenido tiempo de escribir. Un abrazo y nos vemos de regreso, si
coincidimos. Ojalá hayas encontrado trabajo y esté todo bien. No importa si no
contestas, te quiero igual, a mi manera. La foto que te adjunto dice lo que no
digo yo.
M.
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