Asediaron un pueblo vacío durante seis semanas.
Obviamente no sabían que estaba vacío, pero al final se dieron cuenta. Fue un
grupo de portugueses durante la quinta cruzada. Iban acompañados de un monje
que relata lo sucedido en tres cartas que se conservan hasta el día de hoy. Copias
de ellas hay en un pequeño museo en Sintra, que es donde conocí la historia. En
la primera de las cartas cuenta que se situaron a trescientos metros de las murallas
y describe la forma en que cortaron los caminos de acceso. También informa del
desvío un arroyo que proveía de agua a aquel lugar. Finalmente, en la primera misiva,
el monje a cargo proyecta que en dos a tres semanas debieran reunirse con
emisarios del pueblo y que esperan obtener recursos suficientes para asegurar
cierto trayecto del viaje.
La segunda de las cartas da cuenta de los supuestos
avances del asedio. El monje señala que apenas se escuchan murmullos desde el
otro lado de las murallas e infiere que la población se encuentra diezmada y
debilitada. Dice que el mismo fue como emisario en dos ocasiones a llamar a las
puertas y a dejar mensajes, pero que el orgullo del pueblo es mayor de lo que
él podía imaginar. por último solicita información sobre las fechas y el lugar
exacto en el que debe reunirse con un grupo de avanzada.
El tercer documento ya revela la situación real del
pueblo. Deja abierta la posibilidad de que hubiese sido abandonado durante el
asedio, pero luego se contradice señalando la imposibilidad de tal éxodo ya que
estaban bloqueados todos los caminos. El monje se lamenta asimismo por la
escasez de víveres y da cuenta de la insubordinación del al menos la mitad de quienes
lo acompañan, quienes insisten en quedarse en el pueblo y abandonar la cruzada,
argumentando que lo sucedido se trata de una manifestación divina... o de un
llamado.
Nada más dice la tercera misiva y nada más se sabe
del asunto.
Según lo que se señalaba en el museo, el poblado en
cuestión no fue habitado, aunque tampoco se tiene información extra sobre lo
sucedido con el grupo, o con el monje que iba a cargo de ellos.
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