Su labor más interesante fue crear un sistema de
clasificación para seres humanos que no se basaba en razas, géneros,
antecedentes familiares ni académicos ni en ningún otro rasgo que, en ocasiones
anteriores, hubiese podido ser fundamento para establecer alguna tipología o
categorización. Así, para determinar su clasificación, se basó únicamente en la
respuesta de cada individuo ante el encuentro de un objeto dispuesto
aparentemente al azar ante él. Dicho objeto, por cierto, fue un billete de 20
dólares. Experimentó en su propio pueblo natal, Lewiston, ubicado en el condado
de Androscoggin, en el estado de Maine (USA), identificando en su primer
estudio seis tipos característicos de reacciones, las que amplió posteriormente
a siete cuando su espectro se amplió incorporando estudios a habitantes de
Wyoming, Vermont, Dakota del Norte e incluso Québec, en Canadá, siendo apoyado para
esto último por una pequeña universidad francesa que se interesó por su
propuesta. Los resultados de su trabajo -muy vilipendiado hasta el día de hoy
por algunos sectores académicos-, han
sido analizados sin embargo por estudiosos de diversas áreas quienes han
asociado la clasificación propuesta con una serie de perfiles de
comportamiento, entre los que destacan los de tipo sicológico que han
enriquecido su primera propuesta. De esta forma, la primera clasificación que
se basaba principalmente en la reacción inmediata del individuo ante el
encuentro del dinero (tipo de recolección; búsqueda de otros billetes en el
sector; consulta por el dueño del billete encontrado, entre otros), ha sumado
ahora una serie de conductas secundarias que hacen referencia con el nivel de
aprehensión del individuo hacia el dinero encontrado, reflejado por lo general
en el tipo de gasto que se hace del recurso y al tiempo en que el individuo
demora en desprenderse de él.
Respecto a las divisiones realizadas y a los perfiles de comportamiento
asociados, se prepara hoy en día una publicación más seria y minuciosa, que
será anunciada en un futuro próximo. Por lo mismo, y hasta que ese momento
llegue, no me es posible dar el nombre del sujeto en cuestión ni ningún otro
dato específico que arroje luces sobre el estudio. Si a alguien le interesa,
por supuesto, puede comunicarse de forma privada.
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