Sale un loro en un programa de tv. Lo llevan sus
dueños a un concurso porque el loro en cuestión sabe cantar el himno nacional, rezar
el padrenuestro y hasta recitar un poema de amor.
Así, ya desde un inicio, el animador y el jurado
del programa, algo incrédulos, invitan al loro a cantar el himno nacional.
Entonces, apenas se escuchan las primeras notas, el
loro se para un poco más recto y se lleva una de sus alas hasta el pecho y comienza
a cantar el himno nacional…
De inmediato, la gente se asombra y lo aplaude… más
aun cuando empieza a cantar esas estrofas que siempre se omiten.
A esto, le siguen ahora el padrenuestro, y hasta un
poema de amor, como les decía…
Por otro lado, debo confesar que desde lo escuché,
algo en la voz del loro me fue inquietando aunque no supe identificar qué era.
Hoy, sin embargo, ayudado por lo público que se ha
vuelto el tema, debo admitir que lo que me inquieta, específicamente, es el
tono de voz del loro… un tono que ciertamente era irónico, tal como lo
denunciaron en diarios y hasta noticieros de los canales nacionales… y que no
puede aceptarse, así como así.
Es decir, puedo comprender completamente el enojo
de las personas que lo oímos cantar, rezar y hasta recitar… pero creo que hubo
una exageración mediática en el manejo de este tema.
Dicho esto, creo necesario aclarar que el haber
aceptado el tono irónico del loro, no revela necesariamente que acepte la
intención irónica que han acusado los medios… esa especie de deseo de
humillarnos frente a nuestras posibles creencias, por parte del ave.
Por lo mismo, creo que el maltrato y tortura ya de todos
conocida hacia dicho loro, no puede sino condenarse… y espero que poco a poco
quienes no están de acuerdo aún con esta opinión puedan llegar a una
comprensión más madura de los hechos.
Esa es mi opinión, al menos.
Dejo constancia, por último, que todo lo anterior lo
digo sin afán de polemizar ni ironizar contra los otros… Etc.
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