-¿Algo hermoso que recuerde de cuando era pequeña?
-Sí… ¿tienes algún recuerdo de ese tipo?
-Hmm… no sé bien. Me acuerdo de algo, pero era más
bien extraño…
-¿Qué cosa?
-Una especie de obsesión, digamos… una obsesión por
algo que yo sentía hermoso…
-¿Algo que sentías hermoso?
-Si… puede sonar raro, pero estaba obsesionada con
las cabritas.
-¿Cabritas…? ¿Qué cabritas?
-Cabritas… o palomitas de maíz, pochoclo… ya sabes…
-¿Y las encontrabas hermosas?
-Sí… o sea, no como objeto concreto, pero la
transformación que tenían… eso me impresionaba…
-¿El cambio desde el grano de maíz…?
-Sí. Había un negocio en que vendían de esos granos
y comprábamos siempre… mamá las metía en un olla y sonaban… yo pensaba que era
magia…
-Entiendo eso, pero… ¿eso te parecía hermoso?
-Claro… o sea los granos eran toscos, iguales…
sencillos… luego las palomitas eran… no sé, como nubes nuevas… ¿las has mirado
de cerca?
-Creo que no.
-Pues son hermosas… y claro… en ellas como que
estaba la promesa de convertirse en algo hermoso, de golpe… y yo estaba
obsesionada en saber cómo se hacía eso.
-¿La transformación?
-Sí. Puede sonar tonto, pero de verdad yo pensaba
que era una especie de magia, o algo de la olla… no sabía en un principio que
en realidad la gracia estaba en el grano…
-¿Qué la palomita estaba escondida en el grano?
-Sí… puede decirse así… pero supongo que la sensación
tenía que ver más con una revelación de la palomita… Me refiero a que no era una simple trasformación ni un
estar escondida… era algo nuevo… una explosión donde un ser nuevo se revelaba a
partir de otro que desaparecía… No sé bien cómo explicarlo, pero intento decir
que uno buscaba el grano y no estaba en ningún sitio…
-¿Y no te entristecía que algunas no reventaran?
-No… supongo que lo veía como parte del costo para
existieran las otras, no sé… lo cierto es que no me lo preguntaba…
-¿Y te duró mucho esa obsesión?
-Sí, pero digamos que me alejé de golpe a partir de
un accidente…
-¿Tuviste un accidente de pequeña?
-Sí, con las palomitas…
-¿Cómo…?
-Es que para ver mejor lo qué ocurría, un día saqué
la tapa de la olla y quise mirar de cerca… y claro, un grano saltó y se me incrustó
en un ojo… mira, si hasta dejó una marca que me quedó… no sé si te habías fijado…
-¿Pero no perdiste la vista ni nada más grave?
-No, solo estuve con parche y tratamientos un par
de meses… De todas formas, lo considero un precio bajo…
-¿Un precio bajo por qué?
-Un precio bajo por algo tan hermoso… ¿no era de
eso lo que estábamos hablando?
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