"Podría decirlo de otra forma,
pero no estoy más pal hueveo tuyo..."
O. W.
En Japón crean una máquina que te putea.
Una máquina expendedora, me refiero, que te agrede
verbalmente por una suma relativamente módica.
Introduces el dinero, seleccionas la modalidad y en
la pantalla aparece un rostro agresivo, que te ofende a gritos a través de unos
altavoces ubicados en los costados.
Han sido todo un éxito, por cierto, estas máquinas.
Puedes seleccionar nivel de agresividad y hasta el
idioma del insulto, pudiendo incluso elegir zonas geográficas más específicas.
Por ejemplo, si eliges el idioma español, puedes
seleccionar -además de uno de los siete niveles de agresividad-, alguna de las
siguientes zonas: España. México, Cuba, Argentina, Venezuela, Perú o Chile.
Es por esto que la gran variedad de improperios que
reproduce es francamente monumental, y uno bien puede pasarse horas frente a
ellas, tratando de escuchar algunas de las más de sesenta mil agresiones verbales
que contiene, sorprendiéndote ante ellas.
Durante el fin de semana estuve viendo algunos
videos sobre todo esto -hay varios en youtube al día de hoy-, y pude darme
cuenta cómo algunas agresiones verbales eran de las más celebradas.
Qué te pasa mono culiao, por ejemplo, es la
segunda expresión en español mejor votada (luego del improperio aparece en
pantalla una pequeña traducción y la opción de calificarla), y existen varios
videos con japoneses escuchando la frase frente a una de estas máquinas, riéndose
de todo aquello y tratando de reproducirla.
En lo personal -más allá de reflexionar mínimamente
sobre las razones que tienen las personas para recibir y celebrar estas
agresiones-, me quedo con la idea de buscar la industria responsable de las
máquinas y hacerme con la concesión en Chile, donde me atrevo a pronosticar un
éxito rotundo.
Esos son mis planes, si a alguno les interesan.
(El cuerpo tiende a sanar, hasta que se agota)
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