¿Tú eres el inteligente?

I.

-¿Y se supone que tú eres el inteligente?

-¿Yo…? ¿Quién lo dice?

-Todos. O casi todos, en realidad.

-¿Y quiénes son todos?

-Todos los de allá abajo…

-¿Has hablado con ellos?

-Sí. Ahora mismo vengo de ahí… e hice algunas preguntas…

-Pues tal vez el inteligente está con ellos y te ha querido confundir.

-¿Y por qué haría eso?

-No sé… Tal vez no sea lo suficientemente inteligente como para entender su lógica.

II.

-Si no eres el inteligente, ¿por qué vives aquí?

-Disculpa, pero no entiendo la pregunta.

-¿Por qué te alejas de todos…? ¿No es tu inteligencia lo que te lleva a separarte del grupo?

-No… no lo creo.

-¿Y entonces?

-Entonces no sé. No creo que tenga que ver con la inteligencia.

-¿Y con qué tiene que ver, entonces?

-No sé bien… con algo que no comprendo, de hecho… Ya ves que soy un tonto.

III.

-Ellos piensan que estás aquí por tu inteligencia… porque observas y analizas, desde acá…

-Pues ya te dije que en realidad no comprendo…

-¿Y qué es lo que no comprendes?

-No sé bien… el comportamiento de los otros, supongo… Ni el mío propio…

-¿Y crees que alguien lo comprende?

-Espero que sí…

-¿Lo esperas?

-Sí… aunque no estoy seguro…

IV.

-¿Y las cosas?

-¿Qué cosas…?

-¿Qué piensas de las cosas…? De lo que está a tu alrededor… ¿crees que las comprendes?

-No lo he pensado en esos términos… las cosas se revelan, no se explican…

-¿Y cómo se revelan?

-Si las ves ya están reveladas, supongo…

-¿Y entonces ser ellas mismas es su explicación?

-Eh… no sé… creo que me perdí un poco…

-¿No eres tú el inteligente, entonces?

-Claro que no… eso intentaba decirte.

-Y más arriba… ¿sabes si hay alguien más arriba?

-¿Alguien que responda a tus preguntas?

-Sí… algo así… ¿sabes algo?

-Creo que he escuchado ruidos, pero lo cierto es que no he subido…

-¿Y si subimos juntos?

-Eh… no… Mejor que no…

-¿Por qué no?

-No me interesa, realmente… No sabría qué preguntar, incluso, si soy sincero…