El mensaje decía que todo estaba bien, que el
incendio era grande, pero al parecer estaba controlado. Además, habían hecho
cortafuegos y todo se había detenido a unas cuántas hectáreas de la casa, por
lo que podían estar tranquilos. El mensaje además daba cuentas de los daños en
carreteras y hacía referencia al estado de los animales, cuestión que a fin de
cuentas resultaba ser la información central.
De los animales, el mensaje señalaba que habían
trasladado los caballos a una hacienda contigua, ya que estaban muy inquietos y
esto alteraba también a las vacas, cuya producción de leche había mermado un
20% en los últimos días. Respecto al alimento, señalaba que contaban todavía
con suficiente forraje y por otro lado el nuevo pozo permitía estar tranquilos
con el agua, si se utilizaba adecuadamente y todo seguía como hasta entonces,
sin mayor novedad.
Por último, el mensaje daba cuenta de la recuperación
de los animales que se habían extraviado, cuando comenzó el incendio. Dos
caballos recuperados sin daño alguno y un potrillo que se había herido
levemente una pata, ya que no había sido herrado con anterioridad. También
habían regresado las ovejas, sin novedad, salvo una, que al parecer era la única
pérdida concreta que podía estimarse. Al respecto, el mensaje terminaba consultando
sobre qué hacer respecto a esa oveja. ¿Quiere que la vayamos a buscar
igualmente?, decía el mensaje. Acá decidimos no hacerlo para centrarnos
en las otras, pero si usted manda podemos intentarlo. Como anexo, finalmente,
el mensaje incluía el contacto del encargado de bomberos de la zona por si se necesitaba
información directa, aunque probablemente no haría falta (se reiteraba), pues
todo estaba bien.
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