Íbamos en el auto, de madrugada.
Habíamos visitado a G., por su cumpleaños.
Recuerdo que conversábamos sobre una canción de Bowie.
Extrañamente no recuerdo cuál.
Fue entonces, después de una curva, cuando chocamos
algo que cruzaba la carretera.
El auto se desestabilizó y aquello que chocamos
debió saltar unos cuántos metros.
Por el bulto que alcanzamos a ver, antes del
choque, pensamos que sería algún animal.
Un perro, posiblemente.
Estacionamos a un costado de la carretera y nos
bajamos del auto, a buscar el cuerpo.
Estaba oscuro, según recuerdo, y prácticamente no
distinguíamos nada.
Recorrimos al menos cien metros en torno al
vehículo, pero no encontrábamos aquello que chocamos.
Estábamos cansados y caminar por la carretera a esa
hora podía ser peligroso.
Por lo mismo, pensamos en irnos, pero cierta
sensación de culpa nos lo impedía.
Volvimos al auto y nos sentamos a decidir qué
hacer.
Tras un rato decidimos volver a buscar el cuerpo.
No nos íbamos a ir sin encontrarlo.
Cada cierto rato pasaba algún auto que iluminaba el
lugar.
Las luces del nuestro también lo hacían, pero en
una zona menor.
Buscamos en distintas direcciones.
Varias veces.
Tanto buscamos que comenzó a amanecer.
Teníamos frío.
Volvimos al auto.
No sé por qué, pero antes de partir sospechamos que
uno de nosotros había encontrado algo, y no quería decirlo.
No insistimos con eso, pero dijimos que si un día
contábamos la historia, sería sin especificar nada.
Nos sacamos una foto, en la mañana, a un costado
del auto, que quedó con una pequeña abolladura.
Nunca más nos volvimos a ver.
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