“Lo que pasa es que a ti te deja
indiferente
la parte sucia de la vida”.
B. Y.
Una casa es sepultada por la nieve.
Observo las noticias y apenas se ve la chimenea.
Y claro, dicen que hay una mujer en esa casa.
Entonces llegan expertos y calculan el aire que hay
dentro del lugar.
Incluso proyectan un diagrama con el dibujo de una
mujer, que utiliza pijama.
Se organizan así, cuadrillas de rescate.
Lamentablemente, señalan, deben esperar un par de
horas, para que el tiempo mejore.
Y es que no pueden llevar maquinaria, explican.
Además pueden ocurrir, de equivocarse, nuevos
desplazamientos de nieve.
Esto ocurre en la mañana.
Para cuando salgo del trabajo, sin embargo, la
situación ya se ha solucionado.
De hecho prácticamente nadie recuerda la noticia.
Buscando, sin embargo, me encuentro con declaraciones
de la mujer rescatada.
De esta forma, me entero que ella ni siquiera se
percató que estaba sepultada en la nieve.
Admite, eso sí, que la falta de aire pareció
afectarle.
Esto, ya que dice haber estado confundida, y que al
ver todo blanco, tras las ventanas, llegó a pensar incluso en la idea de la
muerte.
No con miedo, explica la mujer, sino con la extraña
impresión de que ya había muerto.
Pensé que la
muerte era así, señala.
Que te
limpiaba un poco.
Qué sé yo.
Luego cambian la noticia.
La mujer, por cierto, no usaba pijama.
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