Tres llamadas.

I.

-¿Te decidiste al final?

-¿Para qué?

-Para ir al cine… te había invitado, ¿no te acuerdas?

-Verdad… es que estuve haciendo varias cosas y…

-Anímate, estuve averiguando y la película parece entretenida…

-¿Tiene algún premio?

-Eh… sí, un óscar, parece…

-¿Un Óscar…? ¿A qué?

-A mejor ortografía en subtítulos…

-¿De verdad existe eso?

-No. No existe. La película es una mierda en realidad, pero quiero verte.

II.

-Hola.

-…

-¿Estás enojada?

-…

-Créeme que intenté llamarte…

-¿Me llamaste o solo intentaste llamarme?

-Te llamé día y noche…

-¡Mentiroso, hace seis meses que no llamas…!

-Pero si llamé un día de marzo y una noche de junio…

-…

-¿No cuenta eso?

-No. No cuenta. Y no intentes hacerte el chistoso…

-Pues te estoy hablando en serio…

-¡Nunca has hablado en serio!

-¿Que nunca he hablado en serio…?

-Sí, eso dije… ¿o ahora te haces el sordo?

-¿Que ahora me hago el qué…?

III.

-Hola.

-Hola.

-¿No te sorprende escucharme?

-Pues sí… la verdad es que no lo esperaba…

-Te llamo para decirte que me voy a París.

-¿De qué estás hablando…? ¿No te fuiste hace seis meses?

-No. No me fui. Quería ver si podíamos vivir alejados y terminar definitivamente…

-…

-Sabía que no estarías de acuerdo así que…

-¿Y pudiste?

-¿Qué cosa?

-Pudiste vivir separada y terminar definitivamente.

-Sí, pude. Por eso me voy a París.

-Pues yo te creí lejos… fue como si todo se hubiese ido a otra parte…

-…

-¿No podemos vernos…?

-Estoy en el aeropuerto. Me voy en media hora.

-¿Ni siquiera quieres saber cómo estoy?

-Tú tampoco preguntaste cómo estoy.

-Pero yo pensé que estabas en París…

-Yo también me hice la idea.

-…

-…

-Puedes colgar. Yo no voy a despedirme.

-No es problema, ya te despediste hace seis meses.

-…

-…

-Sé que estás mintiendo, ¿lo sabes?

-…

-¿Estás ahí todavía…?

-…

-Mierda. Se cortó.