“Escuchó tanto sobre el fin del mundo
que cuando dejó de oírlo,
pensó que el mundo, ciertamente, llegaba a
su fin”
Dentro de los récords Guinness más extraños está el
de la alarma que ha sonado por más tiempo. Ocurre en una fábrica inoperativa en
las afueras de Filadelfia. No tengo información sobre el rubro de aquella
fábrica, pero al menos sé que la alarma lleva sonando, ininterrumpidamente,
cerca de doce años.
Se trata de un fuerte pitido que cambia su
intensidad con el paso de los minutos. Se alcanza a escuchar en al menos diez
pequeños condominios, relativamente cercanos a esa industria.
Afortunadamente nadie reclama sobre el hecho, y la
gente del lugar llevaría, a pesar de lo anterior, una vida bastante cómoda.
Asimismo, según el artículo en que aparece esta
información, ya hace años que los escasos habitantes del lugar habrían dejado
incluso de hablar de aquel sonido. De todas formas, esto no ha hecho que el
sonido desaparezca, pero al menos les ha permitido (a los habitantes del lugar)
acostumbrarse lo suficiente como para que el sonido sea parte de ellos, y no altere
su funcionamiento.
En este mismo sentido, se menciona que incluso
algunos habitantes que se han ido del lugar, han debido tratarse médicamente, pues
se sienten incómodos y hasta angustiados al dejar de escuchar dicha alarma, por
lo que han incluso grabado su sonido para acompañarlos en vacaciones, o en sus
nuevos hogares.
Y claro, puede sonar como una exageración, pero lo
cierto es que estas cosas ocurren, de vez en cuando.
Ustedes lo saben, por supuesto, no hay necesidad de
negarlo.
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