I.
-Tuve un amigo que le decíamos el cara de perro –me dijo-. Era un hueón chico, muy extraño.
Siempre nos acompañaba cuando salíamos en grupo. Sobre todo cuando tomábamos en
la plaza o en un lugar así. Hablaba poco el hueón eso sí. Como que gruñía no
más, y hasta a veces ladraba. Supongo que era a raíz del sobrenombre… aunque
tal vez fue al revés.
-¿Y caminaba en cuatro patas? –le pregunté.
-Sí… andaba en cuatro patas y se echaba junto a
nosotros… Incluso a veces hasta perseguía gatos… ¿lo conociste acaso?
-No –le dije-, pero me hago una idea.
II.
-La justicia no es justa –me dijo.
-Ya –dije yo.
-El otro día un amigo, por ejemplo… resultó que lo
condenaron por pedófilo…
-¿Y era inocente?
-Hasta cierto punto sí… -me contestó-. De hecho, él
no sabía que ella era menor de edad, hasta que la invitó a pasar la noche
juntos y ella pensó que se trataba de una pijamada… Luego llegaron sus padres y
ya ves… ¿Ahora entiendes que la justicia no es justa?
-No sé –le dije-, supongo que me hago una idea.
III.
-¿Nunca pensaste en estudiar otra cosa? –me preguntó.
-No –dije yo.
-Pues yo pienso que si hubieses estudiado otra
cosa, probablemente habrías dilatado tus estudios… ya sabes, viajando a Europa
y todo eso…
-¿A Europa?
-Sí –continuó-, te imagino en un país nórdico,
estudiando… en Noruega, por ejemplo… hasta que de pronto, tras años allá te
habrías lanzado a vivir al bosque…
-¿En Noruega?
-Sí… te imagino en un bosque en Noruega por otro
par de años hasta que siguiendo el cauce de un río habrías llegado al mar… y
habrías construido tu propio bote y te habrías embarcado…
-Pues yo jamás habría podido construir bien un bote…
-Por supuesto que no –siguió-, por lo mismo, el
bote se habría hundido y tú habrías terminado en el mar… aunque no morirías,
claro… si no que te tragaría un pez gigante, sin matarte…
-¿Y entonces?
-Entonces el pez gigante te habría llevado con él
hasta las costas de américa y te habría arrojado a la costa--- en Brasil,
probablemente…
-¿Y?
-Entonces habrías pasado otro par de años
trabajando en todo tipo de cosas hasta llegar acá, nuevamente… posiblemente
habrías perdido una pierna…
-¿Cuál crees tú?
-La derecha -dijo sin dudar-. Sin embargo, más allá
de esas dificultades, habrías terminado por volver a estudiar…
-¿Qué cosa?
-Lo mismo que estudiaste ahora, claro…
Entonces hice bien con ahorrarme todo eso, supongo.
-No sé –me dijo-. Igual eso habría ampliado tu
experiencia, ¿no crees?
-Tal vez –contesté-. Intento hacerme una idea…
No hay comentarios:
Publicar un comentario