Ellos hablan en la mesa de al lado. Él y Ella,
claro. Hablan de proyectos. De logros. Cada uno por su cuenta, eso sí. Proyectos
independientes, digamos. Adivino, de todas formas, que alguna vez tuvieron un
proyecto en común. Y que tienen conocimiento -tal vez a partir de esa misma experiencia-,
de una serie de datos sobre la vida e intereses del otro.
-¿Y qué tal tus perros…?
-¿Y la operación de tu papá…?
-¿Te compraste la casa en Viña, al final…?
Cosas de esa índole, me refiero. Palabras y
consultas que revelan cierto conocimiento previo del otro, como decía
anteriormente, y que requieren una suerte de actualización por parte del interlocutor.
Y claro, es en medio de esta conversación, cuando
Él le plantea a Ella una última actualización que da incluso origen al título y
posible sentido de este texto.
-¿Sabes…? –dice Él-. Creo que en este último tiempo
estoy llegando por fin al final de algo.
Esta última frase, por lo demás, es dicha con un
tono que aparentemente revela una sinceridad y cercanía mayor que el resto de la
conversación, cambiándola de dirección, al menos un momento.
-¿Lo dices en serio…? –pregunta Ella.
-Sí –afirma Él-. Estoy llegando al final de algo.
Luego, ambos se quedan en silencio un momento. Me
volteo para ver mejor la situación y aprecio, molesto, que ambos se han tomado las manos.
-Me alegro –dice ella, con los ojos brillosos-. Me
alegro profundamente.
El asiente con la cabeza, sin soltarle las manos.
Y claro, ese es el momento en que me paro
indignado, con ganas de golpear al tipo ese que se emociona por el final de
algo y con decepción ante Ella, que se alegra incluso de algo que considero
abiertamente una desgracia.
Por suerte –para evitar la violencia, por
supuesto-, el garzón del lugar se acerca y me recuerda que debo pagar la cuenta,
desviando mi atención del hecho que refiero allá arriba y que apenas vengo a
recordar ahora, en mi casa, cinco horas después de lo ocurrido.
Una mala forma de llegar al final de algo, por
cierto.
Abrupta y mala, reitero.
Abrupta y mala, reitero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario