“Unas veces te mueres, otras no"Ch. B.
Igual que moscas vi a los pájaros acercándose a la carne. Pájaros
comunes, de ciudad, que se acercaban a picotear los restos. De hecho, vi a las
aves primero, amontonadas, sin entender qué hacían. Solo después, tras
acercarme un poco, descubrí la carne. O los restos de carne, más bien, que estaban
en el lugar. Algunos pájaros se iban, pero regresaban luego de un momento. Tal
vez iban a dejar restos a algún lado o simplemente se iban y volvían otros. No
podría asegurarlo. Solo señalo mis impresiones, no determino una verdad… nunca
entenderán de qué les hablo si no comprenden eso. Reconocí la carne por el hedor,
primero, y porque había restos todavía aferrados a los huesos. De todas formas
las aves no me dejaban ver bien de qué se trataba, y todo fueron impresiones
incompletas hasta el día siguiente, cuando regresé al lugar. Apenas se veía uno
que otro pájaro acercándose y en el suelo algunas filas de hormigas que, al
parecer, recién comenzaban a establecer rutas para llegar al sitio donde ahora
solo había unos cuantos huesos, y unos pocos restos mezclados con la tierra del
lugar. Por otro lado, el olor ya no era tan desagradable ni intenso, y todo volvía,
de cierta forma, a verse más o menos limpio. También había grupos de pájaros cerca,
pero comportándose de forma habitual. Posados en árboles, realizando vuelos
cortos… aparentemente distraídos. Como si nada, realmente, hubiese llegado a
pasar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario