martes, 20 de mayo de 2025

Olvidarás tu nombre, no los otros.


*

Olvidarás tu nombre, no los otros.

Te enseñaron así.

Tal vez fue lo correcto, no lo sé.

De todas formas, el final será el mismo.

Podrás nombrar el mundo y a los otros, pero olvidarás tu nombre.

Y responderás a aquel, que los otros te inventaron.


*

Hay consuelo, es cierto, pero no será el espejo.

No busques en él solución alguna.

El que aparece en él, bien sabes que no eres tú mismo.

Su derecha es tu izquierda y además no sabe más que tú.

Para ti, sigue siendo un libro no escrito.

O un signo, probablemente, que no sabes leer.


*

Ahora bien, si lo piensas…

Tal vez no sea tan malo olvidar tu nombre.

Después de todo, no fuiste tú quien te nombraste.

Es decir, olvidaste algo que adhirieron a ti.

Se te cayó un papel pegado en tu espalda.

Puede ser terrible, pero no exageres.

Ni Adán, siquiera, pudo nombrarse a sí mismo.


*

De todas formas, si insistes, debajo de una piedra debe estar.

Debajo de una piedra debe estar la palabra que te nombra.

No oculta, esta vez, sino esperando.

Sí.

Tu nombre como las sandalias de Teseo.

No te sirve, me refiero, si no sabes dónde ir.

No la busques mejor y sé sincero:

Todavía es algo que no sabes.

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