Encuentro de casualidad la frase del título,
escrita dentro de un corazón, dibujado en un árbol.
Modelo y Futbolista se aman.
Pienso que es una broma, por supuesto, y hasta
valoro la inventiva, que se deja caer de improviso en medio del parque.
Entonces, me fijo en otros rayados similares, pero
más convencionales.
Me refiero a nombres de parejas que no responden
necesariamente a un estereotipo, como el del rayado anterior.
Juan y María.
Marcos y Francisca.
Frases de ese estilo, que me parecen más reales.
Y claro, no sé por qué le da a uno por pensar que
hasta el sentimiento que sugieren esos últimos rayados es también más real, que
el señalado de la modelo y futbolista.
Total injusticia, por supuesto, si abreviamos la
reflexión.
Y es que también mirando en la plaza, comienzo a
fijarme en los otros estereotipos –vivientes ahora-, que deambulan por el
lugar.
Jefe y secretaria.
Esposa y esposo.
Pareja de estudiantes que aparentemente hicieron la
cimarra.
Así, mientras observo al esposo mirar las piernas
de la colegiala y al jefe actuar condescendientemente con su secretaria,
comienzo a pensar que esto también podría, fácilmente, tratarse de una broma… o
un pequeño engaño.
Puede sonar amargo, claro, pero es muy cierto, si
se piensa…
Y es que en dos días más, por si fuera poco, llegará
la tormenta, y lo acabará todo.
Así son las cosas, nada más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario