I.
Estuvo cerca de seis años escribiendo su tesis.
Se trataba de un estudio sobre los objetos microscópicos como sistemas aislados.
Al parecer quería proponer un modelo en que la mayoría de los objetos microscópicos funcionaran así.
No como sistemas cerrados, recalcó, sino aislados.
La idea era demostrar, finalmente, si es que entendí bien su explicación, que la mayoría de los sistemas funcionan así.
II.
Hablé con él cuando llevaba dos años de trabajo y volví a hacerlo casi al final del sexto, cuando concluyó.
No parecía, por cierto, la misma persona.
De hecho, evitó esa vez hablar de su estudio y solo preguntó por conocidos en común y otras informaciones inconexas, sin real importancia.
Pude intuir, esa vez, que había fracasado en su estudio.
Y es que yo también, reconocí, me había comportado de esa forma, tras un fracaso similar.
O no tan similar, en realidad, pero en un fracaso, al fin.
III.
Además de rechazarle su tesis tengo entendido que lo demandaron por una alta suma de dinero.
Supongo que asociada a los montos que le pagaron durante el tiempo que trabajó en ella.
Para ahorrarse problemas me dijeron que se fue a vivir a Toledo, en la casa de un tio abuelo que era sordo.
Desconozco si una vez ahí siguió investigando o insistiendo en sus propuestas.
Si me baso en mi experiencia, podría suponer que intentó mentirse a sí mismo, para posponerlas.
O tal vez -eso espero-, descubrió que la vida estaba hecha para dedicarla a otro tipo de cosas.
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