Inconsistencias.
Varias.
Varoas inconsistencias.
Sin ejemplos, esta vez.
Pero sí.
Por supuesto que.
O por ahí.
Desapegos varios y ya.
Fragmentos.
Gajos de imágenes.
Secuencias inestables.
Herzog no, pero puede ser.
Puede ser que bajo la consistencia se reúnan.
Se sostengan entre sí.
Inconsistencias varias.
No hablo de eso, pero lo nombro igual.
Oberhausen.
El Manifiesto Oberhausen.
Faltan firmas, en él.
Sobran propósitos.
Sólido antes de quebrarse, dirá alguien.
Voz extraviada.
No vacía, pero llena de vacío.
Burbujas en el mar que hacen subir la marea.
Pocas pero grandes burbujas.
Inconsistencias, simplemente.
Nadie sabe para quién.
Si pueden ver lo saben.
Si pueden verse, también.
Cerca del terreno, en el sur, una copa de agua.
Sin agua, la copa.
Tiene soportes débiles, dicen, y luego la clausuran.
Por precaución, nos dicen.
Por un miedo que no tenemos, la cierran.
Más inconsistencias.
Siempre más inconsistencias.
Te recoges a ti mismo para jugar con ellas.
Las dispones en líneas como filas de autos.
Autos que no van.
Ni vienen.
Mejor viajo en las inconsistencias, te digo.
Siempre a medio camino, pero supongo que avanzo.
Como Aquiles, avanzo.
Interrumpiendo mis pasos con otros pasos.
Buscando aire al interior de las burbujas.
¡Cuánta inconsistencia…!
Sin ejemplos, pero varias.
Tantas que no sé.
Que olvido, me refiero.
O que ya olvidé.
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