Wingarden patenta en México la iluminación interna
de las cosas.
No sé si con afán poético o realmente práctico,
pero lo cierto es que es posible encontrar esa patente entre algunos otros documentos
oficiales.
No tengo el detalle del sistema, pero al parecer
busca evitar la utilización de focos que proyecten su propia luz, sobre las
cosas.
Y claro… el invento en sí busca acelerar el movimiento
atómico de los objetos para que, mediante la aceleración y la consiguiente
generación de energía calórica y posterior transformación a energía lumínica, pueda
evitarse la gestión de iluminación externa.
Y sí… lo cierto es que me sorprende este
descubrimiento.
Esta nueva faceta de Wingarden, digamos, como
inventor.
Y esto que nos dice, de paso, como un mensaje extrañamente cifrado, en una clásica patente
económica de propiedad intelectual.
La iluminación interna de las cosas.
Si hasta sin leer la firma uno sabría que es
cuestión de Wingarden.
Cuestión extraña, si se quiere.
Cuestión llena de cifras y fórmulas que ni siquiera
intento comprender.
Cuestión, en definitiva, que es como dar vida a las
cosas.
Regalarles un alma luminosa, si se quiere.
Busque usted, en todo caso, las palabras que
prefiera…
Yo me conformo con la iluminación interna de las cosas.
Entonces, espero que se agiten los átomos de esas
palabras... y que brillen un poquito.
Debe funcionar, me digo.
Debe.
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