viernes, 7 de febrero de 2020

Un camello mecánico.


No logro comprender bien para qué lo habrá hecho, pero leo que un millonario egipcio mandó construir un camello mecánico. Al parecer, el hombre ya tenía una importante colección de estos animales fabricados en distintos materiales -desde juguetes a figuras de tamaño natural-, pero lo último que hizo fue pagar grandes sumas de dinero a una compañía robótica japonesa para que le fabricaran un camello automatizado. Entre los requerimientos que el egipcio solicitó, destaca la utilización de materiales lejanos a los de la robótica actual -nada de plásticos, materiales livianos, chips o circuitos-, solicitando en cambio metales y engranajes más tradicionales, intentando construir un camello “robótico”, pero que funcione como esos primeros autómatas mecanizados de siglos anteriores.

En la publicación, se muestran imágenes donde aparece el egipcio junto a dos prototipos de camellos que ya habría rechazado (en la actualidad del artículo se encuentra a la espera del producto definitivo). Según se señala, no lo habría dejado satisfecho algunos movimientos que realizaban.

-No quiero que se muevan como camellos reales -señala en la entrevista-, sino como camellos mecánicos…

Quizá sea por esa misma razón -por dejar de manifiesto la naturaleza de esa creación-, es que el camello construido debe tener expuestas sus piezas y mecanismos, y no estar cubierto de piel u otro material.

-Después de todo -dice el egipcio, al final de la entrevista-, no se trata aquí de engañar a nadie.

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