I.
-¿Había un reloj?
-Había un reloj.
-¿Funcionando?
-Funcionando.
-¿Viste más cosas?
-Sí.
-¿No estaba oscuro?
-Sí, pero igual vi cosas.
-¿Quieres hablar de ello?
-No.
-¿Lo dejamos entonces?
-De acuerdo.
-¿Hasta aquí?
-Sí. Hasta aquí.
II.
-A veces siento que hablar contigo es hablar solo.
-…
-No es una crítica, en todo caso… De hecho, ya ni siquiera me incomoda…
-…
-Antes pensaba que era algo contra mí, pero ahora entiendo que es tu forma de ser…
-…
-O eso supongo, al menos…
-…
-¿Es tu forma de ser, cierto?
-Sí.
-¿Lo dices en serio?
-Sí, lo digo en serio.
-¿Y qué es lo que dices…?
-Lo que ya dije… que esa es mi forma de ser.
III.
-Tengo un tío que también le pasó lo que a ti.
-…
-Un día nos habló de eso, en una cena familiar.
-…
-Fue solo una vez, pero también nos contó del reloj, ¿sabes?
-No, no sabía.
-Tenía siempre la misma hora, según él, pero estaba seguro que estaba funcionando.
-…
-¿Te pasó lo mismo a ti, con el reloj?
-No sé. No recuerdo la hora, en realidad, pero sí que estaba funcionando.
-¿Y cómo sabías que estaba funcionando?
-No sé. Una sensación, supongo.
-¿Una sensación?
-Sí. Una sensación.
IV.
-¿Te conté que cuando chico quería ser astronauta?
-No.
-Pues eso… cuando chico quería ser astronauta.
-…
-Dejé de quererlo cuando comprendí que los astronautas ya no viajaban solos.
-¿No viajan solos?
-No. Ya no. Supongo que es un protocolo por salud mental…
-Puede ser.
-¿No quieres que te cuente eso?
-No.
-¿Por qué no?
-Porque ya dijiste lo que querías decir.
-…
-Puede que los demás no lo noten, pero yo sí.
-¿Por qué?
-Porque ellos buscan otra cosa.
-¿Qué cosa?
-Una salida... Una puerta de regreso.
-¿Tú no…?
-Shhh... mejor descansa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario