-Si en este terreno hay diamantes, por ejemplo… yo los dejaría ahí, bajo tierra… Incrustados en la roca… Eso haría si hay diamantes.
-Pero no hay…
-No es el punto… si hay o no hay es irrelevante… eso es solo un ejemplo… no estamos hablando de diamantes, además…
-¿Y de qué hablamos, entonces?
-¿Ahora?
-Sí, ahora… ¿de qué estamos hablando?
-Pues no sé… de otras cosas… pensé que seguías la idea… llegamos a los diamantes, pero de igual forma pudimos llegar a otro ejemplo… lo importante aquí es que era un ejemplo subterráneo… cosas que hay que desincrustar, supuestamente valiosas… que preferimos no forzar… no enriquecernos a la fuerza… por eso sentí que calzaba perfecto…
-¿Qué es lo que calzaba perfecto?
-El ejemplo.
-¿El ejemplo…? ¿Cuál ejemplo?
-El ejemplo de los diamantes bajo tierra… en este terreno… incrustados en la roca… lo que te decía recién… ¿también olvidaste el ejemplo?
-No, no es eso…
-¿Y entonces?
-No sé… solo me confundo, yo creo…
-¿Te confundes?
-Sí… supongo que quise dejar el ejemplo bajo tierra, como los diamantes…
-Es distinto… el ejemplo ya está expuesto… los diamantes están bajo tierra, incrustados en la roca…
-O no están…
-Claro… o no están.
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