lunes, 7 de octubre de 2024

Cuentas.


M. dice que le gustaría trabajar contando cosas. Según él, es bueno para eso. Para concentrarse y no pensar nada más, me explica. Que le digan simplemente qué contar y luego no requeriría indicación alguna. Ni siquiera me interesa ascender, me dice. Y además, me conformo con un sueldo bajo, agrega. Según relata, ha practicado desde pequeño contando cosas de distinto tipo. Tangibles y no tangibles, me dice, para que lo agregue en su currículum. Autos, flores, piedras… da lo mismo si son cosas quietas o en movimiento. Siempre que vayan a una velocidad razonable puede hacerlo sin problemas, indica. Por otro lado, dice que le es fácil clasificar. Que determina rápido cuando de tipificar se trata. Por ejemplo, puede contar niños tristes y niños felices. No se hace problema con eso. Tal vez podría sugerir una observación general para determinar el borde entre una cosa y otra, pero luego no titubearía en lo más mínimo. Eso es lo que asegura, al menos. Asimismo, para respaldar esta apreciación, cuenta con un par de recomendaciones de empresas serias. Una tienda de vestuario para la que contó y clasificó tipos de personas y sus vestimentas, mayormente. También trabajó para una iglesia, aunque me pidió no comentar abiertamente sobre esto. Cómo sea, lo cierto es que ahora me pide ayuda para redactar un currículum. Y yo, como le debo un par de favores, lo hago. Cuando termino imprimimos de inmediato cuatro copias físicas. Otras las enviará en formato digital. En lo personal no espero que funcione, pero él se muestra esperanzado. Eso es lo importante, a fin de cuentas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales