jueves, 18 de abril de 2024

Evitar el gesto innecesario.

No me lo presentes. No lo desconozco. Ese es un tejado desde el que ya caí. Probablemente estaba a otro altura, pero puedo reconocerlo fácilmente. La textura, el color, el vértigo... El golpe, incluso, tras la caída. Todo eso es parte de la información recolectada. No tengo la menor duda. Por eso reconozco ese tejado. No sé lo que cubre, es cierto, pero desde arriba, al menos lo reconozco. Probablemente haya dormido, incluso sobre él. No un sueño reparador, es cierto, pero al menos algo habré intentado. Sueño, caída... Ya sabes. Tú también conoces la secuencia. Seguramente la conoces. Desde otro tejado, por supuesto, pero ese no es el punto. Lo esencial aquí es evitar el gesto innecesario. Rechazar aquello que es forma, simplemente, sin sustancia. Y en cambio, ocupar el tiempo y la energía en subir nuevamente a ese tejado. Ese tejado que ahora es otro, aunque no importe. Y de ambos, por supuesto, yo caí. Desde la altura distinta de ambos. Desde su naturaleza común, digamos, pero desde su altura distinta. Y claro .. por eso es que te digo que no me lo presentes. Demórate un segundo y comprenderás que no lo desconozco. Ese es un tejado desde el que ya caí.

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