sábado, 28 de septiembre de 2024

Todos los periódicos del mundo...


Todos los periódicos del mundo quemados.

Reunidos primero, por supuesto, luego quemados, sin más.

Días y días en que fueron reunidos y trasladados.

En barcos, en aviones, en camiones… hasta el lugar que podría considerarse como su destino final.

Pueden verlo al fondo, si gustan: una extensa planicie de cemento en que fueron apilándose.

Luego fueron rociados con bencina y otras sustancias químicas.

Polvos acelerantes, mayormente.

Solo un fósforo, entonces, parecía suficiente.

Y así lo fue.

Horas después, apenas: cenizas y humo por doquier.

Eso y pequeños trozos de periódicos que no terminaron de desaparecer del todo.

En las cercanías, hombres y mujeres tosen aún, con los ojos irritados.

Iba a pasar tarde o temprano, comentan.

Extrañamente, ninguna persona graba ni saca fotografías.

Es solo papel quemado, señalan. Poco más.

Yo los observo, entonces, pensando que es probable que no sea cierto.

Me refiero a que probablemente se trate de otro de estos sueños estúpidos y nada más.

Para comprobarlo pruebo a pellizcarme, y descubro que me duele.

Aunque lo cierto es que me duele incluso cuando no pellizco.

Entonces, me agacho para recoger un fragmento que no ha resultado quemado del todo.

Observo lo que dice y duele un poco más.

Sin que me vean lo recojo y me lo guardo en un bolsillo.

Si estoy durmiendo debiese despertar ahora, me digo.

Justo ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales