viernes, 30 de noviembre de 2018

Lo que hace Adán en el día de la madre.


Yo creo que Adán busca.

O quiero creer que Adán busca.

No debe tener claro por qué, pero yo creo que eso es lo que hace.

Y es que el clima festivo…

Los preparativos por parte de los otros animales…

La jirafa tejiendo una bufanda hace más de seis meses…

Supongo que eso debe llevar a Adán a hacer algo.

Tal vez por eso, me es fácil imaginar a Adán buscando en el paraíso.

Un poco contrariado pues Dios le había dicho que ahí tendría de todo.

Pero claro, sobre la marcha, Adán comprendía que poco podía saber Dios sobre las necesidades del hombre, y optó por buscar en vez de conformarse con esa felicidad mediana a la que había sido invitado.

-¿Cómo que felicidad mediana? –le dijo entonces Dios, omnipresente hasta en los pensamientos más íntimos del pobre Adán.

-Mediana… -confirmó Adán, algo molesto pues Dios se había comprometido a no investigar en sus pensamientos desde que lo sorprendió imaginando esas cosas con las ovejas.

-¿No estás conforme…? –siguió diciendo Dios-, ¿me has visto infeliz alguna por no tener madre, o alguna de esas cosas superfluas?

-No sé lo que es superfllua –dijo Adán-, pero no te he visto infeliz ni feliz… lo que es casi igual a decir que no te he visto de forma alguna…

-¿Buscas ofenderme…? –dijo Dios, algo resentido-, ¿buscas que me considere culpable o sienta imperfecta mi labor? ¿Buscas que compense de alguna forma lo que tú consideras carencias? ¿Buscas…?

-No es eso lo que busco –interrumpió Adán-. Creía que ya sabías eso.

Pero Dios no contestó.

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