jueves, 16 de noviembre de 2023

Esaa sensación... ya sabes.


Tuve esa sensación… ya sabes. Una sensación como de aviso. No sabría describirla bien, pero era clara. Estaba seguro de sentirla, me refiero. Si me hubiesen obligado a decir algo habría dicho que aquella era una sensación que existía, sin duda. No sabía nada más, pero de eso, al menos, estaba seguro. Ni siquiera podía localizarla, pero estaba seguro. Eso en primer término, al menos.

En segundo término, debo recalcar que se trataba de una sensación premonitoria. Una advertencia, casi. No sabía bien de qué me avisaba, pero claramente estaba avisando algo. Algo iba a pasar, me refiero. Por lo mismo, detuve aquello que estaba haciendo para dedicarme a sentir, únicamente. Para tratar de entender, digamos. Largo rato esperé, pero nada ocurría. Y la sensación me resultaba indescifrable. Es decir, tuve la sensación de que iba a pasar algo, pero, finalmente, no ocurrió nada. Ese es el resumen, más o menos.

Así y todo -más allá del resumen-, igual uno suele quedar con la impresión de que algo ocurre, cuando no ocurre nada. Me refiero a que nos decimos que algo pasó, pero no lo percibimos bien. Por esto, confundidos, buscamos en nosotros, como en un cajón vacío. Hurgamos dentro, más bien. Revolvemos algo que no vemos ni menos comprendemos. Todo con tal de justificar esa primera sensación. Esa sensación como de aviso, que mencionaba en un inicio. Sin éxito, por supuesto, pero al menos lo intentamos. Ya sabes…

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