Ella y Él están separados de los otros, en una especie de recepción. Él ha llegado hace unos instantes y ella se apresura a hablarle, antes de ingresar al lugar.
-¿Sabes? Esa chaqueta es horrible, deberías dejar de usarla.
-¿Hablas en serio?
-Claro. Es una aberración esa chaqueta. No deberías haber venido con ella.
-¿Me la saco?
-Claro que no. No puedes quedarte solo en camisa. Todos van de chaqueta.
-¿Y qué hago entonces? ¿Quieres que me vaya?
-No exageres. El problema no es contigo, es con la chaqueta. Además ya estás acá. Ya te vieron con ella.
-Pero yo no tengo problemas con mi chaqueta, la que tiene el problema eres tú. Puedo irme ahora y et ahorro que te vean con el hombre de la chaqueta horrible…
-El problema no es el hombre de la chaqueta sino la chaqueta en sí… quedémonos unos minutos y nos vamos… ya estamos acá.
-Espera. Acabo de conducir a toda velocidad durante más de cuarenta minutos para llegar a tiempo y me dices que estemos unos minutos y nos vayamos por culpa de mi chaqueta…
-La culpa es tuya, no de la chaqueta…
-Pero antes decías que…
-Antes decía que la chaqueta era la horrible, pero no he dicho que ella sea la culpable… Solo te digo que volvamos a casa, dejes la chaqueta en el fondo del ropero y no la saques más. No quiero agrandar la discusión.
-¿Solo quieres la chaqueta al fondo del ropero?
-Sí, eso dije.
-¿Y que no la saque más?
-Exacto.
-Claro… ¿cómo Cuasimodo en el campanario?
-No sé qué quieres decir con eso… solo te digo que saludemos a un par de personas y luego nos vamos.
-¿Y si una de esas personas alaba mi chaqueta?
-¿Cómo?
-¿Qué haremos si una de esas personas dice que mi chaqueta es bonita…? ¿Entonces nos quedaremos y cambiará tu apreciación?
-Entonces se estarán burlando, simplemente. Y deberemos irnos con mayor razón. Y hasta mostrarnos ofendidos.
-¿Ofendidos…? ¿Solo por la chaqueta?
-Si alguien se burla no se burla de la chaqueta, sino del que lleva la chaqueta y por continuidad de mi… es una ofensa directa.
-¿Hay protocolos para eso? ¿No crees que exageras un poco con todo este asunto?
-Claro que no… Mira. Fíjate. Ya están mirando hacia acá y murmurando.
-Puede que no sea por la chaqueta…
-Claro que es por eso… pero sonríe. Vamos allá y saludamos como si todo anduviese bien, pero sin quedarnos en ningún grupo… una ronda de saludos y ya está…
-De acuerdo. No voy a discutir más.
-Entonces vamos.
Ambos comienzan a caminar. Van hacia los otros, pero todavía tienen unos segundos para hablar sin que los otros los escuchen, mientras avanzan. Entonces él murmura.
-No nos sentimos presos sino de pensarlo, por eso mejor no pensemos…
-¿Qué es eso?
-Pessoa, para animar el desánimo.
-Sonríe y trata que no te escuchen.
-De acuerdo.
-Además nunca entiendo de qué hablas.
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