miércoles, 25 de abril de 2018

Lo vimos en pijama.


I.

Lo vimos en pijama, perdido en medio de las calles, así que uno de nosotros debe haber llamado a la policía para que viniese por él.

-Le puede pasar algo… -debe haber dicho aquel que llamó.

Y claro, podrían haberlo tomado como un hombre preocupado, finalmente, y venir apenas pudiesen.

Pero la policía no llegó, sino hasta tres horas después, cuando su presencia era innecesaria.


II.

Lo atropelló un camión que transportaba bebidas Bilz y Pap.

Como cosa positiva podríamos contar que posiblemente tuvo una muerte inmediata.

En el lugar exacto en que murió alguien marcó los bordes de su cuerpo con tiza roja,


III.

Además de algunas cosas de aseo personal, el cuerpo tenía una enorme cantidad de dinero en los bolsillos.

Por lo mismo, busqué información sobre el lugar de dónde provenía ese dinero, pero no encontré pista alguna.

Guardé el dinero en una bolsa azul, dentro de mis cosas, hasta que supiéramos de dónde vino.

Luego hice como si nunca hubiese encontrado nada.


IV.

Festejé lo del dinero un tiempo, pero después nos dimos cuenta que quedamos donde mismo.

Me refiero a que no sabíamos nada, en el fondo, de lo que estaba sucediendo.

Por lo mismo, decidí no festejar y concentrarme para no olvidar aquello que era importante.

El viejo que había muerto, por ejemplo, del que hablaba en un inicio.

Tal vez por esto, antes de ir a dormir, salgo a la calle y me recuesto sobre el dibujo hecho con tiza roja.

Así, recostado, imagino también que llamo por teléfono, o hasta que conduzco un camión que atropella a un viejo que caminaba en pijama, por las calles.

Eso es mas o menos lo que ocurre, aunque sea confuso.

Intento dormir, entonces, sobre el asfalto.

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