sábado, 15 de junio de 2019

Las cosas cuando nadie las ve.


I.

Cierro los ojos.

En medio de las cosas, cierro los ojos.

Y pienso entonces en las cosas, cuando nadie las ve.


II.

Corto un vínculo, digamos, al cerrar los ojos.

Pero justo en ese instante se vuelven evidentes otros lazos.

Emociones que me unen a las cosas, por ejemplo, me guste la idea o no.


III.

Recuerdos, principalmente, son los que evocan las cosas.

Huellas de lo que soy y de lo que he dejado de ser.

Esas son, principalmente, las emociones.


IV.

También hay huellas del mundo, en las cosas.

Ciertamente hay huellas del mundo, en las cosas.

No hay frivolidad, al añorarlas.


V.

Y es que las cosas han cerrado sus ojos desde un inicio.

Han renunciado a ver, para ser vistas.

Renuncian a sí mismas, para que mis emociones sean.


VI.

No entristecen las cosas cuando nadie las ve.

Pero es triste que no entristezcan.

No poder consolarlas, por ejemplo, reconociéndolas.


VII.

Ellas y yo, sin embargo, a veces sentimos juntos.

Están aquí como un mensaje, cuya música no quiero descifrar.

Y si hay error espero que ellas testifiquen, que no he querido hacer daño.


VIII.

Abro ahora, los ojos.

En medio de las cosas, abro los ojos.

Y pienso entonces en las cosas, cuando nadie las ve.

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