viernes, 24 de octubre de 2025

Un concurso de dobles.


I.

Ganó un concurso de dobles porque se parecía a Sadam Husein.

Ni él mismo se había dado cuenta hasta que un compañero de trabajo se lo dijo y lo convenció de participar.

Era un concurso que se hacía en medio de una celebración de empresas, y que daba como premio un pasaje doble a una playa en Brasil.

Así que, como él ganó, le regalaron los pasajes, que incluían una estadía en un pequeño hotel de la región.

Inscribió a su esposa, por cierto, para ir a aquel viaje.

Ella se alegró cuando él le contó.


II.

Desde que ganó el concurso, los compañeros comenzaron a molestarlo.

Además de decirle Sadam todo el tiempo, comenzaron a imprimir imágenes y dejárselas en distintos sitios.

Se trataba mayormente de imágenes de la captura de Sadam, algunas de su juicio y, por supuesto, de su ahorcamiento.

Al encontrarlas, si bien reía en un inicio, comenzó a incomodarse por lo mucho que se parecía.

Y es que era como verse a sí mismo maniatado, encarcelado y ahorcado, le explicó a su esposa.

-Pero tú no eres Sadam –le dijo ella, intentando calmarlo.

Pero él no se calmó.


III.

Se descontroló más o menos una semana antes del viaje.

Justo en el momento en que algunos de sus compañeros lo tomaron por la fuerza y comenzaban a afeitarlo, tal como otros habían hecho con Sadam.

Fue entonces que él forcejó y tomó la navaja con que lo afeitaban fuertemente por el filo.

Así, terminó haciéndose un corte muy profundo en una de sus manos.

-¿Crees que la herida dificulte lo del viaje? –le dijo esa noche su esposa, cuando lo recogió en el hospital.

Él no le respondió.

-Concurso y la conchetumadre… -fue lo único que dijo.

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