*
Más que observarlo, lo recuerdo.
Pequeño, mirando fijo, sin saber qué vendrá.
Le sonreía entonces, recuerdo, porque yo tampoco podía adelantarle nada.
Estaré aquí, le habría dicho.
Nada más.
*
Quién lo diría.
Al final, resultó ser cierto.
Aquí.
Todavía aquí, quiero decir.
No siempre en las mejores condiciones, pero aquí.
Soltando todo aquello que quiso llevarme a otro sitio.
Llevarme a otro sitio y convencerme que era otro.
No sé si hice bien, pero fue lo que hice.
Eso escogí, quiero decir.
Y eso soy.
*
A pesar de todo no he sabido.
Floto para no hundir, quiero decir, pero no llevo dirección.
Por lo mismo, pienso que ha debido aprender por otros medios.
O está en eso, en este instante.
Sinceramente me disculpo:
No sé enseñar lo que no sé.
*
Ríe.
A veces pienso que cuando ríe me está dejando ir.
Que me invita a hacerlo y me dice que él se queda a cargo.
No puedo asegurarlo, por supuesto, pero es la impresión que me da.
Como si también me dijera que estará aquí y que ya no me preocupe.
Y claro, es entonces cuando lo observo, y más que observarlo lo recuerdo.
Y ambos, nuevamente, nos mentimos un poquito, de pura bondad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario